Momotombo: Donde Nuestro Viaje Comenzó

Hay lugares que marcan un antes y un después. Montañas que, más allá de la altitud de su cumbre, se elevan en el mapa de nuestra propia vida. Para nosotros, ese lugar tiene un nombre y una silueta inconfundible que se recorta contra el cielo de Nicaragua: el volcán Momotombo.

Muchos lo ven como un desafío, un coloso de arena y roca que pone a prueba la resistencia de cualquiera que se atreva a conquistarlo. Y no se equivocan. Recuerdo perfectamente esa primera ascensión: el calor apretando desde temprano, cada paso hundiéndose en la arena volcánica suelta en una lucha constante de "un paso para adelante, dos para atrás". El paisaje se volvía cada vez más lunar, más ajeno, mientras el espectacular Lago de Managua y la isla de Momotombito se hacían pequeños a nuestras espaldas.

El esfuerzo era real. El viento en la cima, las fumarolas recordándote que el gigante solo duerme, y esa sensación de haber llegado a un lugar verdaderamente especial. Pero, para mí, la vista más importante de aquel día no fue hacia el horizonte. Fue un cruce de miradas, una conversación que nació del cansancio compartido y de la admiración mutua por estar allí.

¿Quién diría que en la cima de uno de los volcanes más exigentes de Nicaragua encontraría a mis mejores compañeros de aventuras?

Ese día, en la cumbre del Momotombo, no solo conquistamos un volcán. Sembramos la semilla de todo lo que vendría después. El descenso ya no fue en solitario; fue el inicio de un camino juntos.

A partir de esa primera "gira", hemos sumado cumbres, senderos, lagunas y incontables kilómetros. Cada nueva aventura, ya sea en volcan san cristobal, en el telica o planeando nuestro próximo reto, tiene su origen en esa jornada en el Momotombo. Se convirtió en nuestro kilómetro cero.

Así que cuando miramos ese cono perfecto, no solo vemos un volcán. Vemos el lugar donde todo comenzó. El recordatorio de que las mejores vistas y las mejores historias, a menudo, nos esperan al final del camino más difícil. Y estamos listos para seguir caminando.